Normal
Petronila
Angélica
Gómez
Al
celebrarse
en
una
gran
parte
del
mundo
el
Día
Internacional
de
la
Mujer
el 8
de
marzo,
incluyendo
nuestro
país,
quédase
trunca
en
República
Dominicana,
parte
de
la
historia
del
aporte
de
las
mujeres
que
habitaron
el
pequeño
terruño
que
ocupa
1,225.26
kilómetros
cuadrados
del
territorio
dominicano,
y al
que
han
sobrenombrado
Sultana
del
Este,
Macoris
del
Mar,
El
Paris
Chiquito
etcétera.
Pues,
es
de
poca
sorpresa
cuando
se
obtienen
algunos
datos
hurgando
la
historia,
y se
descubre
que
el
movimiento
feminista
mundial
entró
al
ámbito
nacional
por
San
Pedro
de
Macorís
y
que
ese
movimiento
tuvo
su
base
en
esta
ciudad,
y
que
su
órgano
de
difusión
durante
más
de
una
década
fue
la
Revista
FEMINA,
dirigida
por
la
graduada
Maestra
Normal
Petronila
Angélica
Gómez,
y
que
tuvo
como
articulistas
a
mujeres
de
la
talla
de
Ercilia
Pepín,
Evangelina
Rodríguez,
Consuelo
Montalvo
de
Frías,
Elvira
Escoto
Vda.
Bermúdez,
Delia
Weber
entre
otras.
La
Revista
FEMINA,
fue
puesta
a
circular
en
San
Pedro
de
Macoris
el
15
de
julio
de
1922,
cuando
aun
las
tropas
interventoras
norteamericanas,
ocupaban
toda
la
administración
pública,
a
través
de
un
gobernador
militar,
y
ante
esta
situación
el
editorial
de
esa
primera
publicación
decía
en
sus
iniciales
líneas:
“Aparece
esta
revista
científico-literaria
i de
intereses
generales,
en
momentos
bien
aflictivos
para
la
familia
dominicana;
aparece
cuando
el
santo
suelo
de
la
Patria
soplan
las
ráfagas
del
mas
insólito
imperialismo;
aparece
cuando
más
necesaria
es
una
labor
de
cooperación,
i
cuando
se
necesita
edificar
con
acciones
i
pensamientos
de
noble
civismo
i
abnegación
sin
límites”.
Este
órgano
que
salió
a la
luz
pública
y
que
se
esparcieron
cada
una
de
sus
ediciones
por
todo
el
país
y
allende
los
mares,
fue
la
plataforma
para
que
su
directora
-Petronila
Angélica
Gómez-
y
las
dos
damas
integrantes
del
cuerpo
de
redacción:
María
Luisa
Angelis
de
Canino
y
Consuelo
Montalvo
de
Frías;
fueran
nombradas
para
representar
la
Liga
Internacional
de
Mujeres
Ibéricas
e
Hispano-Americanas,
fundada
en
la
ciudad
de
New
York
por
la
escritora
mexicana
Elena
Arismendi
de
Duersch
quien
así
lo
hace
constar
en
carta
enviada
a
las
distinguidas
damas:
“Debo
participarles
a
Uds.
que
la
“Liga
Internacional
de
Mujeres
Ibéricas
Hispanoamericanas”,
es
una
alianza
entre
todas
las
mujeres
de
habla
castellana,
mujeres
conscientes,
de
pensamiento
y
corazón,
y
progresistas;
pero
que
conocen
y
saben
defender
los
intereses
de
su
hogar,
de
su
patria
y de
su
sexo.
Y
desde
el
momento
que
Uds.
poseen
todos
estos
requisitos
que
se
requieren
para
ingresar
a la
Liga,
me
es
muy
grato
manifestarle
que
han
sido
designadas
para
tener
la representación
de
nuestra
sociedad
en
esa
Republica”...(Abril
9 de
1923).
Con
la
constante
publicación
de
dicha
Revista
–FEMINA-,
y la
designación
de
su
directora
y
las
dos
damas
redactoras
y
colaboradoras,
se
inició
un
trabajo
de
concientización
en
la
mujer
dominicana,
de
ahí
es
que
Petronila
Angélica
Gómez,
inicia
un
periplo
por
varios
pueblos
del
país:
Romana,
Hato
Mayor,
Higüey,
San
Cristóbal,
la
capital
y
otras,
tomando
como
plataforma
la
revista
para
propagar
el
feminismo,
y la
formación
en
nuestro
país
del
Comité
de
Cooperación
de
la
Liga
de
Mujeres
Ibéricas
Hispanoamericanas
y
ella
expresa
en
una
especie
de
proclama
lo
siguiente:
“Con
la
instalación
de
este
Comité,
quedará
cristalizado
el
noble
ideal
que
acarician
nuestras
inteligentes
i
virtuosas
mujeres:
que
el
mundo
conozca
(repitiendo
palabras
que ya
hemos
dicho)
cuáles
son
sus
aptitudes;
hasta
donde
se
extiende
su
capacidad
intelectiva;
y
hasta
donde
se
elevan
sus
sentimientos
por
lo
humano
y
por
lo
bello”.
(Revista
FEMINA
pág.
7,
Año
2,
No.
26,
1923).
Las
Feministas
dominicanas,
con
su
base
en
San
Pedro
de
Macoris
aliadas
a
las
de
Honduras,
Nicaragua,
Puerto
Rico,
México,
EEUU
y
demás;
aportaron
grandemente
en
esos
tiempos
de
la
invasión
americana
(años
en
los
que
formaron
su
institución)
a la
denuncia
de
los
maltratos
que
daban
las
tropas,
organizaron
actividades
para
dar
respaldo
a la
desocupación,
pero
en
ningún
momento
dejaron
de
atender
sus
obligaciones.
Y
como
si
fuera
en
los
actuales
momentos,
aunque
han
pasado
más
de
80
años,
al
arengar
a
través
de
la
palabra
escrita
Petronila
dijo:
“La
mujer
es
por
su
sensible
condición
espiritual
la
llamada
a la
generación
que
se
levanta
en
medio
de
esta
desoladora
condición
político-social
que
atraviesa
nuestra
Patria…Incuestionablemente,
la
carencia
de
una
educación
cívica
eficiente,
en
nuestros
hogares,
ha
producido
el
derrumbe
del
edificio
de
nuestra
nacionalidad…”
Consuelo
Montalvo
de
Frías,
una
de
las
más
cercanas
a
Petronila
y de
las
más
fervientes
colaboradoras
de
la
revista
y el
movimiento
feminista;
con
su
pluma
comprometida
hacia
la
emancipación
de
los
derechos
de
la
mujer
lo
deja
expresado
claramente
en
un
artículo
publicado
en
FEMINA
titulado
NUEVO
HORIZONTE,
en
el
mes
de
julio
de
1922:
“¡Amadas
compañeras!
Para
vosotras
va
un
fraternal
abrazo,
exhortándoos
a
proseguir
sin
desmayo
en
vuestra
noble
senda
y
lanzaremos
en
no
lejano
día
el
triunfal
grito
de
la
emancipación
de
nuestro
derecho,
que
iluminará
nuestras
almas
con
el
rayo
divino
de
la
antorcha
portentosa
de
la
Libertad,
y
habremos
conquistado
el
laurel
de
la
Victoria!”
Desde
Puerto
Plata
hasta
Pedernales,
desde
Monte
Cristi
hasta
Higüey,
desde
Samaná
hasta
la
Capital
dominicana,
sirvió
la
revista
FEMINA
como
instrumento
y
órgano
de
difusión
para
el
movimiento
feminista
no
solo
local
sino,
el
feminismo
internacional
que
levantaba
la
voz
con
la
intención
de
reclamar
los
derechos,
sociales
y
civiles
de
la
mujer.
Tanto
significó
FEMINA
que
plumas
de
la
alta
estima
de
escritores
como
Emilio
Morel,
Federico
Henriquez
y
Carvajal,
Quiterio
Berroa
Canelo,
Armando
OSCAR
Pacheco,
entre
otro
formaron
parte
de
sus
páginas.
No
hay
que
mostrarse
remiso,
esquivo
ni
petulante,
las
mujeres
encontraron
en
San
Pedro
de
Macoris,
el
ambiente
necesario
para
levantar
su
lucha
por
la
emancipación
de
la
igualdad
con
el
sexo
opuesto,
y es
que
las
condiciones
sociales,
económicas-políticas
y
culturales
estaban
dadas
para
que
fuera
desde
aquí
que
se
levantara
esa
voz
libertaria,
ese
clamor
de
igualdad
con
los
demás
seres
humanos. |
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