Cae el tanque de la discordia
Por: Ramón Perdomo
SAN PEDRO DE MACORÍS, R.D.
(VIPRENSA).- “Fue
derribado para siempre, el tanque de almacenamiento de petróleo,
construido en Playa de Pitre por la empresa Ingenio Santa Fe Sugar Co. C
por A. Éste había provocado un estado de ingobernabilidad en el
municipio de San Pedro de Macorís en el que se enfrentaron autoridades
municipales encabezadas por el presidente de la Sala Capitular Roque del
Guidice y autoridades gubernamentales, en la persona del honorable
gobernador civil Arturo Alburquerque".
Así me imagino podría ser la entrada de la información periodística en
el caso de que la destrucción del tanque ubicado detrás de lo que fuera
el hospital Carl T. George, en la hoy avenida Francisco Domínguez
Charro, antigua Avenida España, se produjera en el año 1925, cuando fue
construido finalmente el mismo.
Pues, muchos no saben, que la construcción de este tanque en lo que
fuera Playa de Pitre por la Ingenio Santa Fe Sugar Co. C por A, produjo
un estado de ingobernabilidad municipal tal, que provocó la destitución
del jefe de la Policia Municipal (Comisario) Andrés Santana, por parte
de la Sala Capitular de entonces.
Es a finales de 1923 cuando la mencionada compañía de capital
estadunidense solicita a la municipalidad el permiso para dicha
construcción a través de una comunicación enviada a la Sala Capitular de
entonces, formada por: Arístides Castillo, Presidente, Félix María Benzo
y Manuel (Don Lico) Leonor regidores y el Secretario era Andrés
Martínez, pero no fue hasta entrado el 1924 que dicho organismo conoció
tal solicitud, en una sesión celebrada el 31 de enero de ese año.
Según consta en el acta de la sesión el regidor Manuel Leonor (Don
Lico), hizo constar que no votaba a favor de la construcción de esa
edificación, y expresa tajantemente que se opone, sin embargo la
solicitud fue aprobada con el voto del presidente Arístides Castillo y
Don Félix María Benzo, que resultaban la mayoría, porque en esa ocasión
la sala capitular era compuesta de tres regidores. Ahí se inicia una
gran discordia en torno a esta edificación.
Hay que resaltar que en la solicitud hecha por la Ingenio Santa Fe Sugar
Co. C por A se hacía constar que el tanque era para el almacenamiento de
petróleo crudo, el que sería desembarcado del puerto y se llevaría
mediante “una tubería subterránea que cruzaría la avenida España (hoy
Domínguez Charro) al patio donde llegaban las locomotoras que
transportaban las mieles a los tanques próximo al muelle”; expresaba la
solicitud que se instalaría “un chucho de vía férrea”, exclusivo para el
funcionamiento del transporte del crudo.
Por su parte hizo constar la sala capitular que: “Se accede a lo pedido
(refiriéndose a la solicitud de construcción), siempre que la compañía
por acciones Santa Fe se comprometa a dejar la calle en perfectas
condiciones de tráfico”, por lo que los gastos de dicha construcción,
correrían por cuenta de la compañía solicitante, que a su vez era dueña
de los terrenos.
Para el 4 de febrero de 1924 en sesión celebrada por la sala capitular,
el síndico Julio Coiscous solicita mediante memorándum la revocación de
dicha resolución por lo que se hizo constar en el acta: “Recibo de
memorándum del sindico (Julio Coiscous) recomendando revocar la
resolución anterior relativa al permiso concedido a la Santa Fe C por A
para la erección de un tanque de petróleo y tendido de una línea férrea
sobre la avenida España. Fue resuelto pedir un plano a la Ingenio Santa
Fe de la obra que se propone llevar a cabo, autorizar comenzarla”. Pero,
en sesión del 21 de febrero del mismo año (1924), vuelve el síndico a
introducir el tema.
Para el mes de marzo del 1924 fueron posesionadas las nuevas autoridades
municipales: Roque del Guidice, presidente de la sala capitular, Ramón
María Castillo, Vicepresidente, Fremio Reyes, Isaac Curiel y J. A
Bonilla Artiles regidores, en tanto que el sindico era Don Mariano
Arredondo; y ya para la sesión del 14 de abril el síndico entrante
estaba pidiendo a los regidores la revocación de la resolución que daba
el permiso a la Ingenio Santa Fe, por lo que ésta tuvo que presentar los
planos y es cuando la sala capitular ordena al ingeniero municipal
Francisco Reyes Chicano rendir un informe a dicho organismo municipal
“sobre el peligro de la instalación del tanque y si se interrumpiría el
transito”.
En la sesión del 21 de abril de la Sala Capitular, el regidor Bonilla
Artiles, propone que se revoque la resolución del 31 de enero de ese
año, alegando que la constitución de la República no faculta al
ayuntamiento a otorgar dicho permiso, sin embargo no fue tomada en
cuenta dicha propuesta y la resolución no fue revocada, el mismo regidor
vuelve a hacer la solicitud de revocación para la sesión del 24 de
abril, y vuelve a ratificarse, mientras que el 1 de mayo del mismo año
1924 el Delegado Receptor de Aduanas pide la revocación de la resolución
que da dicho permiso; pero para el 24 de noviembre se le enviaba una
comunicación por parte del cabildo local a la Ingenio Santa Fe
solicitándole pagar los impuestos de construcción.
La presión de los munícipes en contra de la construcción de dicho tanque
crecía hacía las autoridades municipales, y aquella fue tal que en una
sesión celebrada el 5 de Febrero del 1925 hubo que darle la palabra al
señor José González quien manifestó que: “Según se dice en calles y
plazas dicho tanque será utilizado para introducir en él alcohol de
contrabando y señalamos los peligros que corre la población”. Es cuando
el regidor Andrés Berroa propone la revocación de la resolución que
anteriormente daba el permiso a la Ingenio Santa Fe y mediante una nueva
prohíbe que se instale la tubería subterránea que atravesaría la Avenida
España (hoy avenida Francisco Domínguez Charro).
Fue cuando el Ingenio Santa Fe Co. C por A, valiéndose de su influencia
no acató dicha resolución y con el apoyo de las autoridades
gubernamentales se dispuso a construir las tuberías, es ahí que el
presidente de la Sala Capitular Roque del Guidice le solicita la fuerza
pública municipal al Comisario de Policia para impedir se continuara con
la construcción y este se niega, en desacato al presidente de la sala,
alegando que tenía ordenes expresa del presidente de la República
Horacio Vásquez, de no acatar esa resolución, aquí se provoca lo que
podríamos llamar una crisis de la gobernabilidad municipal. Del Guidice
llama a una sesión extraordinaria y acuerdan destituir al Comisario
(jefe de policía municipal), y así se hace
La crisis está en pie, en las inmediaciones de la construcción se
verificaba una cierta tensión, ya que la Policia Nacional Dominicana (
al mando el gobierno central) se mantiene apostada; por lo que el
presidente de la Sala Capitular solicita telegrafiar al presidente
Vásquez poniéndole en conocimiento la independencia de los ayuntamientos
y que dicho desacato era una violación a la constitución de la República
por lo que propuso: “que de ser cierta la versión de que el presidente
ordenó el desacato, el ayuntamiento debe elevar su protesta ante este
atropello a la soberanía municipal, a la autonomía de que gozan los
ayuntamientos”.
El 5 de marzo de 1925 vuelve a reunirse la sala Capitular, en donde se
dan detalles de una reunión sostenida con representantes del gobierno de
Horacio Vásquez y los acuerdos a que se llegaron entre las partes, se
volvió a reponer al Comisario Andrés V. Santana haciéndole una
amonestación, y así continuó la construcción de dicho tanque el que
existió hasta los primeros días del mes de mayo del 2011, llegando a
cumplir 86 años y dejando atrás una verdadera historia sobre un momento
de crisis en la vida gubernativa municipal de San Pedro de Macorís.
Ramón Perdomo es periodista, poeta y escritor