Por: Araceli Aguilar Salgado | 15 de enero 2024
SAN PEDRO DE MACORÍS, R.D.
(VIPRENSA).-
“El sombrero, es una prenda
imprescindible tanto para el hombre como para la mujer, aunque lo
use más el hombre. Esté sube el pensamiento, el sombrero está
pensado y hecho no sólo para cubrir, sino también para despejar,
está creado inspirado en sus múltiples usos.”
Cubrirse la cabeza es una costumbre antigua, muy antigua, los
sombreros son necesarios para protegernos tanto del frío como del
calor, del sol y de la lluvia. En todas las culturas y épocas han
existido, pero, ¿Pero de dónde viene el clásico sombrero de
caballero tal y como hoy lo conocemos?
El origen del sombrero es casi tan antiguo como la humanidad.
Aunque no hay muchos registros oficiales de sombreros antes del
3.000 a. C., es probable que fueran habituales antes de esa fecha.
La figura de la Venus de Willendorf, de entre 27.000 y 30.000 años
de antigüedad, puede representar a una mujer con un sombrero tejido.
Uno de los primeros sombreros confirmados conocidos lo llevaba un
hombre de la Edad de Bronce (apodado Ötzi) cuyo cuerpo (incluido su
sombrero) fue hallado congelado en una montaña entre Austria e
Italia, donde llevaba desde alrededor del año 3250 a. C.
Se le encontró con un gorro de piel de oso con una correa en la
barbilla, hecho de varias pieles cosidas entre sí, esencialmente
parecido a un sombrero de piel ruso sin las solapas.
Lo que conocemos a través de las pinturas encontradas en las tumbas
tebanas allá por el siglo XVI a.C., donde los habitantes del antiguo
Egipto aparecían con distintos ornamentos para adornar su cabeza,
ellos vemos los primeros sombreros tienen sus orígenes en los
imperios antiguos; en el Antiguo Egipto ya se utilizaban diversos
tipos de tocados, pero uno de los más reconocidos antecedentes del
sombrero.
La semilla de los primeros sombreros habría aparecido muchos siglos
antes, en la antigua Grecia, donde el gorro frigio de estética
similar al que caracteriza a los conocidos Pitufos se empleaba para
simbolizar que todo aquél que lo portara era un esclavo al que se le
había otorgado la libertad; razón, por la que, años más tarde, esta
pieza sería considerada símbolo de libertad
En Grecia también surgieron el píleo (Pilleus) y el pétaso (Petasus),
siendo el petaso el primer sombrero que tenía ala.
Sófocles hace aparecer a Ismena la más joven de las hijas de Edipo
adornada con uno de estos sombreros cuando habiéndo escapado de
Tebas fue a Atenas a juntarse con su padre.
Esta pieza fue prohibida durante un periodo de tiempo, por Leopoldo
de Gregorio un diplomático y político italiano que trabajó para el
rey Carlos III de España. En 1766, este miembro de la nobleza causó
mucho revuelo al decretar un documento donde prohibía a los hombres
llevar capas largas y sombreros anchos
En tiempos de Carlos VI de Francia comenzaron a usarse sombreros en
el campo.
En el de Carlos VIII se introdujo su uso en las ciudades, pero tan
solo en tiempo de lluvia.
En el reinado de Luis XI ya se habían generalizado más y se llevaban
en todo tiempo extendiéndose su uso a las naciones vecinas.
Consta que Carlos IV de Francia llevaba sombrero de castor al hacer
su entrada en Ruan en 1494. Este sombrero estaba forrado de
terciopelo carmesí y llevaba en el remate una borla de hilo de oro.
El sombrero surge como una necesidad para protegerse del sol y la
lluvia, principalmente entre el campesinado, poco podían imaginar
aquellos campesinos del siglo XIV que las toscas telas que empezaron
a utilizar para protegerse del sol durante sus jornadas de labranza,
evolucionaron hasta transformarse en auténticas piezas de museo
donde la funcionalidad primera dejaría paso a piezas en las que el
glamour, la elegancia y la sofisticación fluyen a raudales
Los primeros sombreros eran fabricados principalmente de fieltro y
de lana. Los sombreros de los antiguos eran generalmente blancos
como lo observamos en muchos vasos pintados que nos quedan de la
antigüedad.
De hecho, uno de los primeros registros que se tienen de este
accesorio mucho se ha escrito sobre esta pieza de moda por
excelencia que se ha convertido en símbolo indiscutible de
elegancia, distinción, sofisticación e, incluso, en algún momento de
la historia, de diferenciación social, que ha sabido ganarse un
hueco no sólo en nuestros armarios, sino en ambientes de lo más
selectores donde ha llegado a formar parte de la indumentaria de
miembros de la mismísima realeza.
Los grandes comenzaron luego a usarlos guarnecidos de plumas,
cordones y otros adornos mientras el clero y la plebe continuaban
llevando cofias o capirotes.
En la Edad Media, los sombreros eran un indicador de estatus social
y se usaban para distinguir a ciertos grupos. El Cuarto Concilio de
Letrán de 1215 requirió que todo el pueblo judío se identificara
usando el “Judenhat”, marcándose como blanco de antisemitismo. Por
otro lado, los sombreros para mujeres iban desde simples bufandas
hasta elaborados hennin, y actuaban como un símbolo de estatus
social. Los sombreros estructurados para mujeres similares a los de
los cortesanos masculinos comenzaron a usarse a finales del siglo
XVI.
Más adelante, el uso del sombrero fue generalizándose variando la
forma según la época.
A principios del siglo xx se usaba comúnmente en todo el mundo
civilizado.
En la primera mitad del siglo XIX, las mujeres llevaban gorros que
se iban agrandando gradualmente, decorados con cintas, flores,
plumas y adornos de gasa. A finales de siglo se introdujeron muchos
otros estilos, como los sombreros de ala ancha y coronas planas, la
maceta y el toque.
A mediados de la década de 1920, cuando las mujeres comenzaron a
cortarse el pelo, eligieron sombreros que abrazaran su cabeza como
un casco. Estos eran los sombreros campana, cuya ala baja hacía que
las mujeres tuvieran que caminar con la barbilla hacia arriba,
creando un aire de independencia y autosuficiencia.
Su uso se encuentra en retroceso desde entonces, transformando su
utilidad de una funcional a un accesorio de moda.
En la actualidad ha quedado comprobado que, aunque no fueron
diseñados para ello, los dobleces que tiene los sombreros en la copa
sirven para proteger a quien los porta de golpes o lesiones.
Un sombrero puede constar o no de los siguientes elementos
Corona o copa: es la parte superior del sombrero que se adapta a la
forma del cráneo, limitando su circunferencia. Esta puede tener
diferentes formas, regularmente redonda, cónica o truncada.
Borde o ala: es la parte del sombrero que consta de una superficie
que recorre la circunferencia del sombrero, cumple la función de
proteger al usuario de los rayos solares. El término ala también es
aplicado a la parte lateral de algunos sombreros como el chullo y el
ushanka, que tiene la finalidad de proteger o cubrir las orejas del
frío.
Banda suave: es la parte interna del sombrero, habitualmente
conocida como badana. Hecha de materiales suaves que entra en
contacto directo con el cráneo del usuario y que tiene la finalidad
de ajustar correctamente el sombrero a la cabeza y detener el sudor.
Banda del sombrero, toquilla o cinturón: es la cinta o adorno que se
coloca alrededor de la copa, entre la corona y el borde. Sirve para
darle forma al sombrero, evitando que se ensanche o como simple
ornato.
Visera o ala frontal: es la superficie frontal de ciertos tipos de
sombreros que sirve para bloquear los rayos solares. Es
frecuentemente encontrada como un elemento común en gorras militares
y las populares gorras de béisbol.
Barboquejo, barbuquejo o barbiquejo: cinta para sujetar el sombrero
que se pasa por debajo de la barbilla, especialmente para los
sombreros de trabajo y militares.
Por qué usar un sombrero
Ganar confianza: La gente se ve genial con sombreros, los sombreros
son adorables, para todos. Además de la afirmación de un estilo, de
una pertenencia y de una personalidad, los sombreros y las gorras
son accesorios que consolidan considerablemente la confianza en sí
mismos y aportan cierto carisma.
Afirma tu identidad: Llevar un sombrero es sinónimo de afirmación de
sí. En efecto, el sombrero que te viste constituye el reflejo de tus
principios, de una actitud, de una pertenencia
Romper los códigos, equilibrar tu vestimenta: Revitalizar tu
apariencia con un toque de glamour.
Es práctico: El sombrero sabrá siempre coronar tu cabeza con éxito y
aportar la garantía de los grandes días.
Si llevar un sombrero permite adaptar su look en un santiamén,
puedes también cambiar la manera de llevarlo: pinchado por detrás,
el sombrero atraerá la atención y las miradas; al contrario, es
perfecto para andar incógnito bajándolo por delante o asociándolo a
gafas de sol.
Protegen tu piel: Es una de esas otras formas. ¡Lleva sombrero,
obviamente! El 90% del cáncer de piel es causado por la
sobreexposición al sol y podría prevenirse. Los rayos del sol emite
rayos UVA y UBV. Y mientras que los rayos UVB son los que causan
quemaduras solares, los rayos UVA pueden causar arrugas y cáncer.
Entonces, incluso si no se quema, es posible que esté recibiendo
demasiado sol. luce tu elegante y bonito sombrero!
Te mantienen caliente el cuerpo: Los sombreros te hacen lucir
increíble, pero también mantienen la cabeza caliente. Y esto afecta
al resto de su cuerpo, porque pierde alrededor del 5 al 10 por
ciento del calor corporal de la cabeza. La cabeza solo representa
alrededor del 10% del área corporal de una persona, por lo que es
bastante imposible perder hasta el 70% del calor corporal. Sin
embargo, un 10% de área fría es suficiente para temblar, así que
asegúrate de mantener la cabeza caliente durante las estaciones más
frías con un gorro de lana. Eso significa que, al ponerte un gorro,
obtienes mucho por tu dinero. Puede parecer contradictorio ponerse
un sombrero en lugar de otra chaqueta, pero confíe en nosotros,
funciona. Consejo profesional: también pierdes mucho calor en los
pies, ¡así que no te saltes los calcetines!
Aquí algunos datos curiosos e interesantes acerca de los sombreros:
· Antiguamente el sombrero era considerado un símbolo de estatus
social.
· La gorra de béisbol es considerada el estilo de sombrero más
utilizado. Se estima que el 51% de las personas usa regularmente
gorras de béisbol. Las gorras de béisbol fueron diseñadas para
proteger del sol los ojos de los jugadores de béisbol.
· Se estima que el 26% de los estadounidenses nunca usan sombrero.
· La época coincidió con la Fiebre del Oro de California
(1848-1855), que hizo famoso al sombrero por el abundante sol en la
costa oeste de Estados Unidos.
· Eduardo VII de Inglaterra encargó un sombrero y pagó mucho dinero
por él. En 1985, el sombrero fue seleccionado como uno de los 100
mejores diseños de la historia por la Fundación Conrad en
Inglaterra.
·Los sombreros Fedora se crearon en el siglo XIX, y eran usados
exclusivamente por mujeres.
· A mediados del siglo XX muchos artesanos sombrereros usaban el
mercurio para procesar el fieltro requerido para fabricar los
sombreros. Al inhalar los vapores de este elemento genera
convulsiones, alteraciones del sistema nervioso o envenenamiento.
· Se dice que allá por 1835, la gente de Montecristi, Manabí enviaba
cajas de sombreros a Manta y Guayaquil para ser exportados a Panamá.
Se hicieron tan populares en los puertos de Panamá que rápidamente
se vinculó el nombre a esa ubicación. Durante la construcción del
Canal de Panamá, Theodore Roosevelt, quien era el presidente de
Estados Unidos en ese momento, usó ese tipo de sombreros y
contribuyó a su creciente popularidad. Muchos trabajadores también
los usaron. Se dice que muchos pasajeros que pasaban por el canal
también hicieron famosos los sombreros. Se volvieron realmente
valorados en todo el mundo.
Brent Black es una de las empresas fabricantes de sombreros más
importantes del mundo. Uno de sus modelos de sombreros más costosos
es el Montecristi Panamá, con un precio estimado en 100 000 dólares.
· Asimismo, en 2017, la UNESCO declaró a los sombreros toquilla como
parte de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
· Estados Unidos donde se decidió marcar en el calendario un día
especial para celebrarlo. Aunque no se conoce un acto legislativo
oficial o una anécdota específica que haya dado inicio a esta
tradición, lo cierto es que el Día Nacional del Sombrero (Estados
Unidos): 15 de enero se ha convertido en una fecha destacada para
los amantes de este complemento.
Dicen los entendidos que un aspecto fundamental al hablar de
sombreros es saber colocarlos. En palabras de Lord Baden-Powell de
Gilwee en su obra «El manual de instrucción en buena ciudadanía
haciendo vida de campaña”: «Se dice que el carácter de una persona
se puede deducir de la manera como usa el sombrero. Si lo lleva
ligeramente de lado se supone que es de buen carácter; si demasiado
de lado, es un fanfarrón; si es echado hacia atrás, es malo para
pagar sus deudas…”.
El sombrero es un indispensable para proteger tu cabeza a lo largo
de las estaciones.
La larga gama de formas y de las materias te permite hacer de ello
un accesorio de moda y de estilo.
El sombrero puede acelerar un estilo, el sombrero es un
indispensable en tu guardarropa, pero también una idea de regalo
sublime para todos los queridos lectores.
“Los sombreros tienen poder, los sombreros pueden convertirte en
otra persona”. Catherynne M. Valente.
Araceli Aguilar Salgado
Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Analista y comentarista
mexicana, del Estado de Guerrero.
E-mail periodistaaaguilar@gmail.com