Por: Julio César Concepción Rodríguez, MBA. | 03 de diciembre 2023
Reformas, desarrollo económico y sostenibilidad
(VIPRENSA).-
El conjunto de reformas tratadas y dadas a conocer
de los diferentes sectores, generadores de empleo y
riqueza de la vida nacional, han generado numerosas
opiniones sobre lo fiscal, y refleja que el sistema
tributario debe ser simplificado con modificaciones
sobre: Constitución, Sistema Eléctrico, Pacto por el
Agua, Pacto Fiscal, Código Penal, Código Laboral,
entre otras, quiérase o no todo esto trae posiciones
encontradas, por la diversidad de pensamiento
amparado en el criterio del principio democrático,
sin dejar de lado intereses con sentido de
particularidad. Sin importar cuál que sea el punto
de vista que fije se pondrán de relieve las
controversias. En ocasiones muy necesarias para
ponderar la equidad.
Con el criterio que estas sean aprobadas tienen
incidencia de suma importancia en la estabilidad y
sostenibilidad de la economía de la nación. Muy
especialmente en estos tiempos de crisis,
debilidades que padecen las naciones en su
estructura sanitaria, económica y administrativa a
nivel global. Esta situación fomenta con carácter
obligatorio, someter todos los estados a cambios
profundos, de modo que se hayan acuñando las
estrategias que permitan aprovechar las
oportunidades de retomar el camino del progreso,
desarrollo y la sostenibilidad. Mismo hay que
considerar la verdadera valoración de las diferentes
disciplinas que hay que valorar y cualificar,
pensando que el mundo está expuesto a más
situaciones calamitosas, como guerras, conflictos
entre naciones, pandemias y enfermedades de contagio
global.
La competencia aleve, codicia de riqueza fácil y en
corto tiempo lo que ha llevado al homo sapiens a
realizar acciones que pudieran calificarse de lesa
humanidad, cambiando/sacrificando vida por riqueza.
La experiencia dejada por las lecciones de las
diversas crisis que ha vivido el mundo en los
últimos 20 años nos sugiere cambios de enfoques
profundos y obligados. El régimen económico, en
términos simples, consiste en un conjunto de normas
o principios que definen el rol del Estado en
materia económica y su relación con la actividad
empresarial y la situación de la economía de una
nación, en relación con los intercambios con el
exterior. Que incluye a los agentes económicos como
familias, empresas y Estado, factores de producción,
tierra, trabajo y capital. Bienes y servicios
producidos para cubrir las necesidades de los
identificados agentes económicos.
El sistema económico está fundamentado en un
conjunto de factores que interactúan en una
determinada región. Se trata de la estructura
resultante de la producción, la línea de
distribución y el consumo de bienes de servicios y
productos. Mientras que las necesidades son
infinitas, y los recursos son limitados a través del
tiempo y el alto crecimiento demográfico. La
sostenibilidad económica implica con equidad poner
en práctica el uso de técnicas/tácticas
económicamente rentables que sean tantos de cortes
sociales, como ambientalmente responsables. La
sostenibilidad puede mirarse desde numerosos
ángulos, y no es una concepción que deba inquietar
solo a los gobiernos y a las instituciones, sino
también a la sociedad en su conjunto por el
sentimiento de solidaridad colectivo que puede
colaborar en la creación de un mundo mejor.
La sostenibilidad económica a todos nos afecta,
implica un contexto social en el que exista el
bienestar y un crecimiento económico que beneficie a
toda la comunidad y que le ofrezca la oportunidad de
ser feliz. Pues, tiene mucho que ver con nuestro día
a día y con las acciones que realizamos y que
influyen en el colectivo. Lo importante no es tan
solo la productividad y la competitividad. Aunque es
evidente que los gobiernos deben preparar el
escenario para que las empresas puedan
desarrollarse, también zanjar la falta de inversión
y apoyo en aquellos sectores que no son rentables
para las empresas privadas pero que son ultra
necesarios para que de esa forma promover un
equilibrio para la sociedad.
El crecimiento, supone un aumento cuantitativo, sin
embargo, el desarrollo supone la mejora de las
cualidades. Ese desarrollo, además, debe ser
sostenible en el tiempo desde un punto de vista
económico, social y ambiental. Como hemos señalados
antes, la sostenibilidad económica no solo depende
de los gobiernos, sino que nuestras actividades
diarias que pueden contribuir significativamente a
lograrla. La aportación del conglomerado que esté
insertado en los procesos es fundamental,
verbigracia, el reciclaje se puede reciclar casi
todo para darle un segundo uso ropa, libros,
juguetes, bolsas o muebles, entre otros artículos,
acción como esta evitará que se consuman más
recursos para aumentar la producción. El apoyo a los
pequeños productores, la procura de la reducción del
consumo de energía e incrementar el uso energías
renovables ayudará a utilizar menos y a su vez
incrementa el cuidado al medio ambiente.
Fomentar el desarrollo rural a través de formación
estructural de asociaciones, fomentar la
sostenibilidad, dado las genealogías de este tipo de
organismos, se destaca promover las Mipymes (micros,
pequeñas y medianas empresas), que reverbera el
impacto importante, que han tenido para el
desarrollo social y económico del país, siendo las
principales generadoras de empleo, y, propiciado el
aumento de ingresos económicos, con una notable
disminución de la pobreza en la sociedad. Estas
empresas tienen el compromiso de fomentar el
crecimiento del país a través de la economía,
generación de mano de obra, capacitación del capital
humano, desarrollo e innovación tecnológica y
responsabilidad con el medioambiente.
Al abordar las Mipymes los desafíos del desarrollo,
especialmente aquellos relacionados con la
sostenibilidad y la prestación de servicios,
contribuyen a coordinar, dirigir y controlar el
proceso de producción, así mismo son agentes que
constituyen uno de los pilares fundamentales de la
actividad económica del país, generando riquezas e
impulsando innovaciones significativas. Naturalmente
hay factores que restringen el crecimiento de las
Mipymes, resultado de canalizaciones inadecuadas o
por no estar autodirigidas, basadas en los
fundamentos que les dieron origen:
• Mala gestión de los recursos económicos.
• La viabilidad del negocio en el mercado.
• Financiamiento inadecuado.
• Falta de inversiones orientadas hacia la mejora.
• El historial crediticio del negocio.
Las empresas micros, pequeñas y medianas (Mipymes),
en República Dominicana existen aproximadamente 1.5
millones, las cuales representan el 98% del total de
empresas. Estas generan más de 2 millones de empleos
en la economía, equivalente al 56.7% de la población
que ocupa el mercado laboral, aportando una
significativa participación al Producto Interno
Bruto (PIB) de un 38.6%. Por eso es fundamental que
se incrementen los programas que permitan fomentar
su desarrollo, traduciéndose en una mayor
contribución.
Es atinado fomentar los clústeres de empresas
interrelacionadas que trabajen en un mismo sector
industrial y que estratégicamente colaboren entre sí
para obtener beneficios comunes, robustecer el
crecimiento y por ende la permanencia.