La voz poética de Juana de Ibarbourou (1 de 2)
Por Simeón Arredondo
Publicado el 6 de enero de 2025.
Simeón Arredondo
La voz poética de Juana de Ibarbourou se caracteriza por el uso
de recursos que le conectan de manera inmediata y directa con el
lector. Esta facultad hace sumamente atractiva la poesía de la
autora de “Las lenguas de diamante”, ya que permite que se
asimile con facilidad el mensaje que quiere transmitir a través
de sus escritos.
Es función de la voz poética crear un nexo entre autor y lector,
no sólo para que el segundo capte la información, sino también
para que la procese, la asuma y la disfrute. Sirve de vehículo
para que lleguen al destinatario el estado de ánimo, los
sentimientos y las emociones de quien produce el texto.
A Juana de Ibarbourou le tocó vivir la transición entre el
modernismo y las llamadas vanguardias que sucedieron a este
movimiento de incidencia intercontinental, por lo que no es raro
encontrar en sus producciones rasgos estéticos con tinte de una
u otra corriente. Pero el amor y la naturaleza son los elementos
que lideran la identidad de su obra.
El poema “Bajo la lluvia” es un reflejo vivo de su pasión por la
naturaleza y de su sencillez al momento de plasmar su voz, que,
aunque es artísticamente potente, es al mismo tiempo suave y
delicada a la vista y al oído.
Bajo la lluvia
¡Cómo resbala el agua por mi espalda!
¡Cómo moja mi falda,
y pone en mis mejillas su frescura de nieve!
Llueve, llueve, llueve,
y voy, senda adelante,
con el alma ligera y la cara radiante,
sin sentir, sin soñar,
llena de la voluptuosidad de no pensar.
Un pájaro se baña
en una charca turbia. Mi presencia le extraña,
se detiene… me mira… nos sentimos amigos…
¡Los dos amamos muchos cielos, campos y trigos!
Después es el asombro
de un labriego que pasa con su azada al hombro
y la lluvia me cubre de todas las fragancias
de los setos de octubre.
Y es, sobre mi cuerpo por el agua empapado
como un maravilloso y estupendo tocado
de gotas cristalinas, de flores deshojadas
que vuelcan a mi paso las plantas asombradas.
Y siento, en la vacuidad
del cerebro sin sueño, la voluptuosidad
del placer infinito, dulce y desconocido,
de un minuto de olvido.
Llueve, llueve, llueve,
y tengo en alma y carne, como un frescor de nieve.
En este poema escasean las palabras agudas y las esdrújulas.
Ello hace que la pieza resulte dulce y fácil de digerir. Al
mismo tiempo se destacan recursos como el símil, la anáfora, la
metáfora, el polisíndeton y, de manera muy marcada, la
reduplicación (Llueve, llueve, llueve).
Con esta última figura la escritora resalta el fenómeno de la
lluvia como escenario para un momento de reflexión en el que
contempla a un ave que a su vez se comunica con ella,
produciéndose una reciprocidad de contacto. Se infiere que ello
da origen a una especie de complicidad entre el pájaro y la
poeta. Que el animal sabe que al ella dejar que el agua de la
lluvia ruede por su espalda, y empape su falda, también está
recibiendo una agradable frescura en su alma (“y tengo en alma y
carne, como un frescor de nieve”); y ello al mismo tiempo la
desconecta de la realidad transportándola a un estadio de
inconciencia y de felicidad (“Y siento, en la vacuidad / del
cerebro sin sueño, la voluptuosidad / del placer infinito, dulce
y desconocido, / de un minuto de olvido”.).
La conexión que se genera entre la poeta y el ave es extensiva
al lector por medio de la voz poética. Ahora son tres los
cómplices que navegan entre rimas que los atan y los mojan
dejando la sensación de frescura, si no en el cuerpo, por lo
menos en la mente.
En el poema también se nota la actitud optimista de Juana de
Ibarbourou. Esa pretensión de siempre avanzar, de seguir hacia
adelante. (“y voy, senda adelante, / con el alma ligera y la
cara radiante”). Misma actitud que se observa en otros poemas,
como el titulado “Así es la rosa”. (“De la matriz del día / se
alzó la rosa vertical y blanca / mientras todo rugía / … / Era
la rosa, la perfecta y única. / Nada la detenía”.). Como se ve,
en este poema también está presente el tema de la naturaleza.
Por Simeón Arredondo
Poeta y escritor dominicano residente en España
simeonarredondo@gmail.com