Foto/
Julio César Concepción Rodríguez, MBA.
VIPRENSA.- Para dar inicio a este artículo he abrazado la idea de
conceptualizar sobre su definición según la percepción segmentada en
dos grandes grupos sociales. Considerando que es un derecho
fundamental del hombre ser feliz. Es un bien soberano, de
civilización y deseo. La comunidad científica define la felicidad
como una emoción que se produce en un ser consciente cuando llega a
un momento de conformación, bienestar o ha conseguido ciertos
objetivos que le permiten sentirse realizado como individuo, aunque
cada persona puede tener su propia concepción sobre lo que significa
la felicidad para ella. Mientras que para el vulgo, según esta
opinión común llama a éste bien supremo denominado felicidad, de
vivir bien, obrar bien como sinónimo de ser dichoso.
La felicidad no se reduce al bienestar afectivo de un organismo
adaptado a su medio. El hombre debe y está llamado a reflexionar
para construir su vida según valores cardinales. No debe
menospreciar ni su libertad, ni su responsabilidad ante el
compromiso voluntario de su acción. Ser feliz supone lograr un
equilibrio que sea capaz de superar sus contradicciones y sus
conflictos. Si el individuo quiere ser feliz, no debe olvidar que la
felicidad es el resultado de una conquista primero sobre sí mismo y
luego sobre un mundo en el que debe tener en cuenta no solamente las
fuerzas naturales, sino también a los demás hombres que interactúan
en el quehacer cotidiano del desarrollo social.
“Para Séneca la felicidad consistía en defender que una vida feliz
es la que sigue a su propia naturaleza y que únicamente se puede
alcanzar con el alma sana y el cuerpo saludable. Es decir, solo una
vida sin angustias nos abre el camino a la plenitud”.
“Pero para Aristóteles, la felicidad consiste en lograr, a lo largo
de toda la vida, todos los bienes salud, riqueza, conocimiento,
amigos, etc., que conducen a la perfección de la naturaleza humana y
al enriquecimiento de la vida humana”.
La referencia sobre la economía de la felicidad se refiere a la
tesis que relacionan las variables económicas, tales como el ingreso
y el consumo, con el bienestar subjetivo de las personas. Como
ciencia se encarga de estudiar de forma tanto teórica como
cuantitativa la felicidad y todo aquello que afecta a la misma. La
satisfacción con la vida que es una medida de la felicidad de una
persona, el ingreso disponible que percibe, éste es uno de los
determinantes tradicionales en la Economía de la felicidad, de hecho
el principal, la riqueza material que posee la persona lo es
también. Según investigaciones de alta relevancia de la psicología y
la neurociencia, la felicidad depende de uno mismo y de cómo se
manejen estos tres factores: la predisposición genética, en un 40%,
las condiciones de vida, en un 10%, y las actividades voluntarias,
las que dependen de nosotros mismos, en un 50%. Estas abarcan la
actitud, comportamientos y reacciones.
La economía como ciencia social estudia cómo las familias, empresas
y gobiernos organizan y administran los recursos disponibles que
suelen ser escasos, para satisfacer las diferentes necesidades y así
tener un mayor bienestar para la vida de las personas. Tomando como
parámetro para la medición de la felicidad: Salud la atención médica
y las barreras de ésta, así como la calidad de los servicios de
salud, educación, diversidad ambiental, nivel de vida,
gobernabilidad, bienestar sicológico, uso del tiempo y la fuerza
comunitaria. Esta propuesta crítica de medir la felicidad data del
1972. Por verbigracia las diferencias entre los índices, la
Felicidad Nacional Bruta (FNB) o Felicidad Interna Bruta (FIB), es
un indicador Genuino de Progreso, que calcula la calidad de vida de
los miembros que componen la sociedad de un país, se basa, en
general, en el verdadero desarrollo de la sociedad humana tanto
material como espiritual.
En concreto, hay una relación positiva entre la felicidad y el apoyo
económico que recibe la familia, la satisfacción con la situación
económica personal y el bienestar que otorgan las oportunidades para
lograr un mejor ingreso. A diferencia del Producto Interno Bruto
(PIB), que refleja el valor monetario de la producción de bienes y
servicios, la FNB califica el bienestar y felicidad de las personas
pertenecientes a un país. La FNB está basada en cuatro pilares: la
promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, la
preservación y promoción de valores culturales, la conservación del
medio ambiente y el establecimiento de un buen gobierno. La
importancia que algunos países le dan al FNB se debe a que se cree
que es un elemento clave para el desarrollo de la economía de un
país. Es decir fomentar el bienestar de la población por encima del
desarrollo material.
Los antecedentes indican que la corrupción y la delincuencia, la
crisis económico/inflacionaria provocada por la pandemia (Covid-19),
e incrementada inmisericorde por el conflicto bélico Ruso/Ucraniano,
la vinculada al poder político, el tráfico de influencias. La
sociedad la percibe como los principales problemas del país,
elementos de obstaculización para alcanzar grados óptimos de
felicidad colectiva. Dado que la relación existente entre el
desarrollo económico de un país y la felicidad de su población tiene
una estrecha relación con el crecimiento económico señalando una
relación positiva entre ambas variables, es decir, a mayor PIB per
cápita en un país, sus habitantes son más felices. De ahí la
diferencia entre Robert Malthus y su cuestionamiento al propósito
final de la disciplina económica y la teoría de Adam Smith sobre la
causa de la riqueza de las naciones.
¡Conéctate e Infórmate con Veracidad Informativa!
Suscríbete a nuestro canal de
YouTube y activa las notificaciones; o bien, síguenos en redes
sociales:
Facebook
y
Twitter.
¡Tú
opinión es muy importante para nosotros! |
|
|
|
|