SAN PEDRO DE MACORÍS, R.D. (viprensa).- El momento de
incertidumbre que está viviendo el mundo ante la crisis global
producida por la pandemia del Covid19, iniciando por la parte
sanitaria y que por naturaleza arrastra a los demás sectores y
acciones que estructuran el esqueleto de la cotidianidad del diario
vivir, muy especialmente el sector económico/productivo.
Se hace necesario recurrir a la finanza/economía disruptiva, de modo
que se pueda incursionar en el mundo de los cambios y transformación
efectiva de una buena forma de hacer negocios, con nuevo enfoque de
expansión y sostenibilidad. Se hace necesario entonces recurrir a la
disrupción como una alternativa de interrupción o rotura con la
manera tradicional de ejecutar algo.
Esta ha sido utilizada mayormente en las áreas tecnológicas y de
negocios para referirse a la introducción de nuevos procesos,
métodos o productos que cambian la forma en la que tradicionalmente
se han venido realizando las acciones. La disrupción también implica
que aquello que estaba antes se vuelve obsoleto, dado que no está
adecuado a los nuevos escenarios de negocios o consumo. Agregando
valor al o los sectores a los que están dirigidos.
Es una tendencia que data desde el año 1995 acuñada por la escuela
de negocios de Harvard, que ha transformado la gestión empresarial.
Para referirse a la transformación de los modelos de negocios y el
valor de la conexión a través de la tecnología y la innovación
empresarial.
Para referirse a la transformación de los modelos de negocios y el
valor de la conexión a través de la tecnología y la innovación
empresarial. El ritmo acelerado del cambio tecnológico y su
tendencia a tocar áreas tradicionalmente no relacionadas con el
mundo tecnológico, ha ido cobrando una dinámica sin precedentes,
hasta el punto que, en poco más de dos décadas el término ya abarca
más allá de la tecnología e innovación, penetrando en el mundo de
los negocios y de la sociedad en su conjunto.
La forma en que una empresa se relaciona con sus clientes, y como
transforma su modelo de negocio o cómo lleva a cabo ciertas
funciones de forma heterogénea. Pero en el fondo la disrupción se
relaciona con la velocidad, lo que contrasta con las pautas de
comportamientos tradicionales. Cuando se disponía de más tiempo para
introducir cambios de cualquier tipo, ha variado el panorama
sustancialmente.
Los avances tecnológicos, la intensidad de la competencia y la
velocidad para adaptarse a estos cambios, es hoy mucho mayor, y por
tanto, otro elemento que forma parte de la disrupción, es la
importancia, que está cobrando el cliente o el usuario a la hora de
ser protagonista o elemento inductor de estos cambios en el poder
del negocio. Parte de la disrupción estriba en que el usuario
adquiere más poder en su relación con las compañías y/o con las
empresas así como una serie de exigencias y cambios determinados.
Con carácter universal, las organizaciones deberán incrementar su
relación con los clientes y con los usuarios de productos y
servicios. Eso les demandará ser más flexibles, cambiar puntos de
vista sobre ideas generalmente aceptadas, como cuál es el
comportamiento de un consumidor, de un cliente en relación con los
productos, además de exigirles sobre todo, una mayor apertura a la
hora de capturar información en mayor proporción de manera más
frecuente y analizarla sin prejuicios.
Esta información deberá analizarse con política de puertas y mente
abierta, aceptando que las cosas no tienen nada de obvio como en el
pasado, ya que puede haber un segmento de clientes que piense en una
cosa, mientras otro lo hará en otra. Aceptar que puede haber
información diferente a las convencionales, mezclas de enfoques o de
planteamientos referentes a las diferentes gamas de productos y
servicios.
Los variables criterios de fraccionamiento, un mirar más hacia otras
instituciones estar alerta de la competencia enterarse de qué está
ocurriendo en otras industrias. Pero no es exactamente una
comparación competitiva que se enfoca en competidores, consistente
en tomar como referencia a los mejores y adaptar sus métodos, y que
contemple qué está ocurriendo en otros sectores en relación con los
clientes y de qué manera puede aprovechar esa información para
aplicarla en su propia organización, y así poder prevenir y saber
qué ocurrirá en el futuro inmediato en su sector.
El impacto estará relacionado fundamentalmente con trabajar más con
los clientes y consumidores, Si proporcionamos más poder al usuario
en algunas colocaciones, el punto clave sería la evolución hacia una
empresa orientada a la mejora continua de su relación con los
clientes. Pero no sólo deberá estar ajustada al cliente, sino que se
deberá obligada a tramitar y analizar información y datos tanto
cuantitativos como cualitativos, y hacer el mejor esfuerzo de
entender al cliente por encima de todo.
Puede existir la probabilidad, que el cliente no sepa con claridad
que quiere o bien puede que por diversas razones no esté siendo
sincero ocultando la verdad. Entonces las compañías deben enfocarse
en él para así capturar toda la información posible, y pasarla por
el proceso de análisis, a través de medidores y/o indicadores de su
comportamiento y de consultas con terceros que nos puedan
proporcionar información de su comportamiento.
Estas acciones exigen un cierto cambio cultural, de acuerdo, con lo
que significa que creamos que nos dice el cliente, pero también
resulta de gran importancia estar en condiciones de procesar esa
información adecuadamente de modo que nos permita separar lo que
tiene valor de lo que no lo tiene, no sólo reaccionar con la
información adquirida de las diferentes fuentes en las que también
figura el cliente, sino que esta nos permitirá intentar anticiparnos
a sus deseos.
Una sociedad debe mantenerse constantemente deliberando y evaluando
temas concernientes a su cartera de clientes y potenciales, que es
lo que demandarían. En este sentido, intentar conseguir profundizar
y entender el negocio del cliente, la necesidad del consumidor,
tanto como ellos mismos o un poco más. Por eso, siempre estará
presente el reto de verificar si estamos trabajando con información
fraccionada e inexacta.
Y de cara al futuro, la tendencias es el tema de la inteligencia
artificial en el ámbito empresarial, está clara la evolución aunque
cada vez más veremos el uso y la aplicación de tecnologías y de la
inteligencia artificial. Pero también la tendencia de aparición de
micro-servicios, enfocando la mirada hacia el futuro y considerando
la velocidad y de los indicadores de crecimiento al cambio a que
está sometido todo el ecosistema tecnológico, pero es bastante claro
que la tecnología es una realidad cada vez más frecuentemente y se
amplía su aplicación, con mayores capacidades y se abre un raudal de
oportunidades a la transformación digital.
Esta innovación reformará por completo la forma de ofertar los
servicios en las organizaciones, pero para ello será a necesario
utilizar los recursos que se tengan disponibles, tanto humanos como
económicos. Esta transformación debe tener como objetivo hacer
copartícipe a la ciudadanía de la identificación de servicios
necesarios, forma de construirlos y hacerlos accesibles,
produciéndose así la innovación social cuya finalidad primordial es
compartir la gestión con la ciudadanía. La innovación disruptiva, es
socialmente necesaria y así lo dictan los cambios globales que se
están produciendo en todos los órdenes.
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